03 febrero 2009

El Cristo de la Salud más un soneto de Quevedo

Cristo de la Salud. Valdemoro
sonetos de Quevedo
Vivir es caminar breve jornada,
y muerte viva es, Lico, nuestra vida,
ayer al frágil cuerpo amanecida,
cada instante en el cuerpo sepultada.

Nada que, siendo, es poco, y será nada
en poco tiempo, que ambiciosa olvida;
pues, de la vanidad mal persuadida,
anhela duración, tierra animada.

Llevada de engañoso pensamiento
y de esperanza burladora y ciega,
tropezará en el mismo monumento.

Como el que, divertido, el mar navega,
y, sin moverse, vuela con el viento,
y antes que piense en acercarse, llega


(Francisco de Quevedo y Villegas.
Madrid, 1580 – Villanueva de los Infantes, 1645)

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